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La NSCA Española (National Strength and Conditioning Association) acaba de publicar su posición oficial sobre efectividad y seguridad de la electroestimulación muscular integral, también conocido como electrofitness o biotraje, en la Revista Andaluza de Medicina del Deporte (RAMD). En ella se presenta una revisión de la literatura científica existente lo que, ya de por si, e independientemente de los resultados y conclusiones, revela la escasa bibliografía existente. Y no sólo eso, sino que también hace referencia a que la mayoría de promesas que hacen estos centros y sus defensores se fundamenta en creencias que responden a intereses comerciales, tal y como decía hace poco Pedro Manonelles, presidente de la Sociedad Española de Medicina del del Deporte, en el editorial del suplemento ‘BuenaVida’ que publica El País, y no en las evidencias científicas.
Voy a empezar hablando de las conclusiones y luego profundizaremos en aquello que les ha llevado a asegurar que “la Electroestimulación muscular integral o de cuerpo completo parece un medio poco eficaz para mejorar la fuerza máxima y no hay evidencias rigurosas que indiquen que disminuya la grasa corporal. La relación entre riesgo asumido y beneficio aportado hace que sean más recomendables otros medios de entrenamiento”. Si recordamos los dos posts publicados en este mismo blog en el pasado observamos que no difiere, al igual que muchos de los resultados que a continuación detallo.
Según la NSCA, “en los últimos 5 años se han creado en España más de 500 centros de entrenamiento que aplican WB-EMS (Electroestimulación muscular integral, electrofitness o biotraje) a sus clientes, y la demanda de esta tecnología va en aumento”. Las diferentes empresas que comercializan esta tecnología aseguran en sus páginas webs, así como en su publicidad, cosas como “10 minutos equivalen a 4 horas de pesas”, “adelgaza”, “quema grasas hasta 72 horas después de un entrenamiento”, elimina la celulitis y el dolor de espalda, reduce el diámetro de cintura, cadera y brazos. En materia de rendimiento deportivo, aseguran que aumenta la velocidad o el salto vertical. Este organismo subraya también que “no se cita ningún artículo científico serio que respalde estos mensajes”. También hemos escuchado que lo utilizan determinados deportistas de élite e incluso suelen mencionar un equipo de fútbol TOP en Europa donde juega un deportista al que he entrenado personalmente y que me asegura que “jamás lo ha visto allí”. También es importante resaltar, tal y como ya adelantó Sara Tabares en Cadena SER, que la FDA Americana considera publicidad engañosa (misbranding) relacionar electroestimulación muscular con promesas como pérdida de peso, pérdida o reducción de celulits, mejora de la silueta, pérdida de contorno, así como otras muchas promesas que aquí son habituales (ver comunicado), algo que casa a la perfección con esta revisión de la literatura que nos ocupa.
La Electroestimulación muscular local lleva décadas utilizándose. No obstante, en lo que se refiere a su variante de cuerpo completo, electrofitness o biotraje, el primer artículo publicado en una revista indexada en el ISI-JCR data de 2010. Esto significa que “su práctica se ha extendido enormemente antes de que existan evidencias científicas sobre sus efectos, ya sean favorables o adversos”. No hace falta ser el más listo de la clase para caer en la cuenta de que si una práctica prolifera sin contar con las bases científicas que avalen aquello que promete sólo puede ser debido a los fines comerciales que la promueven por parte de una industria que tiene que estar sacando técnicas y artilugios revolucionarios continuamente y desechando aquellos que ya llevan un tiempo en el mercado y que han perdido atractivo. El truco consiste en ilusionar a la gente y hacerle creer que esta vez sí que conseguirá esos resultados que siempre ha querido pero que nunca ha conseguido.
En cuanto a la metodología de los estudios publicados y que recoge la revisión de NSCA Spain, me ha llamado poderosamente la atención que en aquellos donde se observa una mejora de la fuerza no se instruyera/familiarizara a los sujetos con las pruebas de valoración de la fuerza muscular. Cuando se trata de individuos sedentarios esto es fundamental, porque al no estar acostumbrados a esfuerzos máximos, tardan en desarrollar todo su potencial y necesitan coger confianza. Esto significa que si cojo una muestra de sujetos sedentarios y les hago varias pruebas de fuerza máxima con el pertinente tiempo de descanso cada vez obtendrán mejores marcas. Si entre pruebas les doy una gota de agua de lluvia, un producto homeopático, o les afeito la barba, podría parecer que esto ha provocado la mejoría. ¿No os suena a los tests que a todos nos hicieron con Powerbalance y todas aquellas pulseras holográficas? Posteriormente en EEUU se les obligó a devolver el dinero. Se ha documentado, y así lo refleja la revisión de NSCA Spain, que en sujetos sedentarios es necesario llevar a cabo al menos tres sesiones de familiarización con los tests de fuerza máxima para tener una medida fiable (Wallerstein, 2010).
Respecto a la comparación entre la Electroestimulación muscular local (convencional) y su variante de cuerpo completo, también conocido como electrofitness o biotraje, la primera resulta más efectiva en el desarrollo de la fuerza muscular isométrica (22-58% Vs. 9-15%). Lo mismo ocurre con la fuerza máxima dinámica (3-79% Vs. 14%). Todo esto coincide con lo que ya publiqué en este mismo blog en Mayo de 2014 en el post titulado “Electroestimulación, ¿Qué sabemos realmente?”. Si a todo esto le añadimos que diversas revisiones de la literatura existente dicen que el entrenamiento convencional resulta más efectivo que la electroestimulación tradicional para mejorar la fuerza muscular es lógico que la posición de la NSCA Spain concluya de esta manera: “Se puede intuir que la electroestimulación muscular de cuerpo completo es un medio poco eficaz para la mejora de la fuerza muscular”.
Respecto a la pérdida de peso o de grasa corporal, así como la mejora de la composición corporal, tras una revisión de la literatura existente que coincide con los datos que ya dimos en este blog en el post que menciono anteriormente concluye de esta manera: “No existen evidencias científicas consistentes que indiquen que la electroestimulación muscular de cuerpo completo disminuya la grasa corporal”.
En lo que se refiere a peligros inherentes del uso de esta tecnología, también coincide con lo que publicamos en este blog en Diciembre de 2014 en otro artículo titulado “Electroestimulación: Riesgos y contraindicaciones”. Básicamente, para la NSCA Spain estaría contraindicado en casos de epilepsia, marcapasos, trastornos circulatorios, hernia de abdomen o inguinal, tuberculosis, cáncer, perturbaciones neurológicas graves, enfermedades inflamatorias, tendencia a sangrados, piel irritada, heridas, quemaduras, y enfermedades que afecten al metabolismo muscular (como por ejemplo la diabetes).
Además, por primera vez describe algo que pocas veces antes se ha tratado cuando se discute sobre la fiabilidad o riesgos de esta variante de la electroestimulación. Hace algo más de 15 años, cuando compré mi primer Compex, ya ponía en un Warning bien grande y clarito que jamás debían ponerse los electrodos positivo y negativo de un mismo canal en hemisferios diferentes ni en lados diferentes del corazón, ya fuera izquierda y derecha, o delante y detrás. Pues bien, esto ocurre con la variante de cuerpo entero o biotraje según NSCA Spain. Según la explicación de sus autores, “cuando la corriente viaja a través de nuestro organismo se propaga por los tejidos que menos resistencia ofrecen y, teniendo en cuenta que se está estimulando la zona pectoral y dorsal a la vez, se crea un campo eléctrico a través de la caja torácica que podría interferir con la función de órganos vitales como el corazón”.
Respecto al riesgo de Rabdomiolisis, una patología provocada por el exceso de daño muscular y que se relaciona con insuficiencia y fracaso renal aguda, síndrome compartimental, arritmias, paro cardiaco e incluso la muerte, es importante resaltar que en tantas décadas de uso de la electroestimulación local sólo se ha documentado un caso de rabdomiolisis severa con niveles de CK (marcador de daño muscular) de 2917 U/L. En los últimos dos años, la electroestimulación muscular de cuerpo completo, electrofitness o biotraje, lleva documentados en la literatura científica tres casos de rabdomiolisis con niveles de CK superiores a 100.000, uno de ellos de 240.000 U/L. Los investigadores barajan varias teorías sobre por qué esta variante de cuerpo completo provoca tanto daño muscular, mucho más que su variante más tradicional de aplicación local, y todas ellas se detallan en el documento original que puedes ver en este enlace.
Para terminar, vamos a concluir mencionando algunos de los puntos con los que concluye la posición oficial de NSCA Spain:
1.- Parece ser un medio poco eficaz para la mejora de la fuerza máxima. El entrenamiento convencional parece ser la mejor opción, seguido de la electroestimulación local, y por último su variante de cuerpo completo.
2.- No hay evidencias suficiente rigurosas de que reduzca la grasa corporal
3.- Al ser un medio de entrenamiento tan reciente los efectos colaterales sobre la salud todavía se desconocen
4.- La relación entre riesgo asumido y beneficio aportado hace que sean más recomendables otros medios de entrenamiento para la mejora de la fuerza muscular y la composición corporal.
Por último, aunque no debería ser necesario resaltar este punto, también es de vital importancia fijarnos en el apartado “Conflicto de intereses” donde dice textualmente que “los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses”. Cuando veas que alguien dice algo dramáticamente diferente a lo que aquí se describe, teniendo en cuenta la escasa literatura existente en medios serios y fiables, asegúrate de que no obtenga ningún beneficio de la proliferación de esta tecnología y su consecuente demanda.
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